En los últimos años, el sector financiero ha sido testigo de una transformación acelerada impulsada por la tecnología. Uno de los procesos donde más se ha sentido esta evolución es en el otorgamiento de créditos, una función crítica tanto para las instituciones financieras como para las empresas que dependen de financiamiento para operar o crecer.
Este artículo explora las diferencias clave entre el método tradicional y la modalidad digital para otorgar créditos, destacando cómo las nuevas tecnologías están redefiniendo la eficiencia, seguridad y experiencia del usuario.
Durante décadas, el análisis y aprobación de créditos se apoyó en procesos manuales que, si bien fueron efectivos en su momento, hoy resultan limitantes en términos de velocidad, escalabilidad y precisión. Estos son algunos de los principales retos del modelo tradicional:
El modelo digital propone una alternativa moderna que automatiza gran parte del proceso, permitiendo que la evaluación sea más ágil, precisa y centrada en la experiencia del usuario. Estos son los componentes clave:
Plataformas tecnológicas permiten cargar, verificar y analizar documentos de forma automática. Mediante algoritmos, se evalúa la situación financiera, fiscal y crediticia del solicitante en minutos, reduciendo errores y tiempos de espera.
La digitalización conecta herramientas como CRMs, verificadores fiscales, burós de crédito y sistemas internos, generando una visión 360° del cliente en tiempo real. Esto facilita decisiones más informadas y reduce duplicidad de tareas.
Las plataformas digitales modernas implementan cifrado avanzado y políticas de privacidad robustas, alineadas con normativas locales e internacionales. Esto garantiza que la información sensible del cliente esté siempre protegida.
Los solicitantes pueden cargar sus datos desde cualquier lugar, sin necesidad de acudir a una oficina o enviar documentos físicos. Esto mejora notablemente la experiencia y permite escalar el modelo sin saturar al equipo operativo.
Digitalizar el otorgamiento de créditos no es solo una cuestión de eficiencia, sino de adaptabilidad. Las empresas que modernizan sus procesos pueden responder más rápido a la demanda del mercado, reducir riesgos crediticios y ofrecer una mejor experiencia al cliente, lo que en conjunto fortalece su competitividad.
Además, en un contexto donde el acceso a financiamiento debe ser más inclusivo, los procesos digitales permiten ampliar el alcance geográfico y operar con mayor agilidad sin comprometer la seguridad ni el cumplimiento regulatorio.
Una muestra concreta de esta evolución es ekatena, una plataforma que ha ayudado a múltiples empresas en México a modernizar su modelo de análisis y otorgamiento de crédito.
Con ekatena, las organizaciones han logrado reducir de dos semanas a solo días el tiempo necesario para integrar expedientes completos. Su sistema unificado permite consultar en tiempo real el buró de crédito, la situación fiscal y los indicadores financieros clave del solicitante, todo en un solo reporte claro y completo.
Entre sus beneficios destacan:
ekatena representa cómo la tecnología puede ser aliada de la eficiencia sin sacrificar seguridad ni control de riesgo.
La transición de un modelo tradicional a uno digital en el otorgamiento de créditos no solo es una tendencia, sino una necesidad. Este cambio permite a las empresas adaptarse a un entorno más ágil, competitivo y centrado en el cliente. Plataformas como ekatena ejemplifican cómo se puede transformar un proceso crítico con tecnología, logrando mejores resultados en menos tiempo, con más seguridad y mayor precisión.
La digitalización ya no es una opción futura, es el presente para quienes desean crecer de forma inteligente y sostenible.
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