Desde 2021, las reglas del juego cambiaron para muchas empresas en México. Si tu negocio ofrece servicios a otras empresas, es muy probable que hayas escuchado sobre el REPSE. Y si no, prepárate, porque este registro puede ser la diferencia entre seguir creciendo o meterte en problemas. En este artículo, te explico de forma sencilla qué es el REPSE, para qué sirve, cómo tramitarlo y todo lo que necesitas saber para no quedarte fuera de la jugada.
El REPSE, que significa Registro de Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas, es una plataforma creada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). Su objetivo es regular a todas aquellas empresas que ofrecen servicios especializados a otras empresas —es decir, servicios que no forman parte del giro principal de sus clientes.
Este registro surgió con la reforma laboral de 2021, cuando se prohibió la subcontratación tradicional, también conocida como outsourcing. A partir de ese momento, solo se permite la subcontratación cuando se trate de servicios realmente especializados, y sólo si la empresa proveedora está registrada en el REPSE.
Antes del REPSE, era muy común que empresas usaran la subcontratación para evitar el pago de prestaciones y obligaciones laborales. Con esta práctica, muchos trabajadores quedaban sin seguridad social, sin antigüedad y con condiciones muy precarias.
La reforma buscó ponerle fin a ese esquema y proteger los derechos laborales. El REPSE funciona como una herramienta para asegurar que las empresas que subcontratan lo hacen de forma legal, justa y transparente. Además, permite a la STPS tener un control más riguroso sobre qué empresas ofrecen estos servicios y en qué condiciones lo hacen.
Más allá de ser un trámite obligatorio, el REPSE le da certeza tanto a los proveedores de servicios como a las empresas que los contratan. A través de esta plataforma, la STPS puede verificar que todo esté en orden: que se paguen impuestos, que los empleados estén registrados ante el IMSS, y que se respeten los derechos laborales.
Para las empresas que contratan servicios externos, el REPSE es como un filtro que les garantiza que no están trabajando con proveedores que podrían meterlos en problemas legales o fiscales. Y para quienes prestan los servicios, es una forma de legitimarse y demostrar que están haciendo las cosas bien.
Contar con el REPSE no solo te ayuda a cumplir con la ley, también te abre muchas puertas. Cada vez más empresas —sobre todo las grandes o las que trabajan con el gobierno— exigen este registro como requisito para firmar contratos. Tenerlo puede ser un diferenciador clave frente a tus competidores.
Además, el REPSE mejora tu reputación como proveedor serio y te da más seguridad jurídica. Si estás en regla, no tienes que preocuparte por sanciones o revisiones inesperadas del SAT, el IMSS o la propia STPS.
No tener el REPSE cuando deberías puede traerte varios dolores de cabeza. Para empezar, corres el riesgo de que tus contratos sean cancelados por incumplimiento de la ley. También podrías enfrentarte a multas bastante elevadas —de hasta 4 millones de pesos— y otras sanciones administrativas.
Pero quizá lo más grave es que podrías ser reportado por tus clientes si no cuentas con el registro, lo que puede manchar la reputación de tu empresa y cerrar muchas puertas. En pocas palabras: si tu actividad requiere REPSE y no lo tienes, estás operando en zona de riesgo.
El REPSE no es para todos, pero sí para muchos. Lo deben obtener todas las personas físicas o morales que ofrecen a otras empresas servicios que requieren poner a disposición trabajadores y que no forman parte del giro principal de la empresa contratante.
Esto incluye servicios como limpieza, seguridad privada, contabilidad externa, mantenimiento industrial, logística especializada, construcción, y muchos otros. Si tienes dudas sobre si tu actividad requiere REPSE, lo mejor es consultar con un asesor legal o revisar a fondo tu objeto social.
El trámite es 100% en línea y gratuito. Lo haces directamente en la página oficial del REPSE: repse.stps.gob.mx.
Necesitarás contar con tu firma electrónica (e.firma) y reunir algunos documentos básicos, como el acta constitutiva, el RFC, un comprobante de domicilio, y tu registro patronal ante el IMSS.
El proceso consiste en llenar un formulario con los datos de tu empresa, adjuntar la documentación solicitada, y esperar la revisión por parte de la STPS. El plazo máximo de respuesta es de 20 días hábiles. Si no te responden en ese tiempo, se considera aprobado por “silencio administrativo”.
Hay varias razones por las que una solicitud puede ser rechazada o incluso revocada después de haber sido aprobada. Las más comunes son:
Por eso es muy importante que mantengas tu documentación al día, verifiques constantemente tu estatus fiscal y seas muy cuidadoso con los servicios que ofreces bajo este esquema.
Sí, es posible falsificar un REPSE, pero es ilegal y conlleva consecuencias graves tanto para quien lo falsifica como para quien lo utiliza sabiendo que es falso.
Algunas formas en las que se han intentado falsificar el REPSE incluyen:
En ekatena, sabemos que validar esta información puede ser complicado. Por eso, desarrollamos un módulo especializado que te permite verificar de forma directa si el REPSE de una empresa es auténtico, vigente y cumple con los requisitos de la STPS.
Si te interesa conocer cómo funciona y cómo puede ayudarte a evitar riesgos, puedes agendar una demostración haciendo clic aquí.
El REPSE no es un simple trámite más del gobierno. Es una herramienta que, bien utilizada, puede convertirse en una ventaja competitiva para tu negocio. Tenerlo te permite seguir operando legalmente, ganar contratos importantes y demostrar que haces las cosas con responsabilidad.
Así que, si estás en el mundo de los servicios especializados, no lo dejes pasar. Tramita tu REPSE, mantén tus registros en orden y evita sorpresas. Tu empresa —y tus clientes— te lo van a agradecer.